Deseando el frío

La piel empieza a olvidar el tono bronceado. Sí, aquel que quedó de las playas portuguesas, de las de Almería y Menorca. También algo quedó de las ciudades.

La piel comienza a tener frío. Sin temblar, pero tiene frío.

Deseo que llegue.

Para cubrirla con prendas suaves, que la abriguen.



Incluso, atreverme con el amarillo.




Y con esa falda, que mueve el viento.



Acariciar mi piel con pañuelos y bufandas que, además, pongan una nota de color.





Con chaquetas dulces y despreocupadas.



Bajo las mantas, en la cama, no será necesaria demasiada ropa.

(© Fotos American Vintage)


Sí, me encanta el otoño. Me reconforta el invierno. Y adoro American Vintage (www.americanvintage-store.com).

Comentarios

  1. (a) Buenos lugares para tostar la piel.

    (b) Hay que hacer algo para que esa piel sienta calor.

    (c) El verde me encanta.

    (d) Me gustan las faldas revoloteadas por el viento.

    (e) Me gustan los dos. Me gusta usar las bufandas para darle color a mi ropa de tonos apagados.

    (f) En la cama nunca es necesario demasiada ropa cuando la noche se presenta prometedora, pero esa camiseta/camisón es perfecta.

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